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Si algo se tiene en claro entre quienes producen alimentos es que en la actualidad no es una elección, sino una necesidad tener una certificación, por ello, durante estas líneas se desarrollan 10 consejos para lograrlo.

1. INFORMATE Y PRESUPUESTA

Antes de iniciar con el proceso de certificación debes informarte sobre los cambios que conlleva adoptar una nueva forma de trabajo y los costos que se generan, dentro de los gastos más importantes y que pocas veces se toman en cuenta son:

• Validaciones. Dependiendo el esquema, pueden ser, análisis microbiológicos de producto, superficies de contacto (por ejemplo, vibrador, barredora y cosechadora), fuentes de agua (si tienes fuente de agua abierta se deben realizar cada mes); análisis de residuos de pesticidas a producto o suelo, análisis de metales pesados en agua y análisis de colinesterasa a trabajadores involucrados con los agroquímicos.

• Infraestructura necesaria. Tus instalaciones no siempre están en cumplimiento con las necesidades de implementación, puede ser que no tenga baños, comedor, almacenes, áreas de preparación de mezclas o que estás áreas necesiten cambios, todo esto, genera una inversión que no siempre se toma en cuenta.

• Auditoría externa. Para terminar el proceso de evaluación, se debe contratar un Organismo de Certificación (OC) avalado para el esquema seleccionado, por ejemplo, si el esquema es SRRC (Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación), el trámite se debe realizar por medio de SENASICA, si el esquema es GlobalGAP o PrimusGFS, existen diversos OC privados avalados para ese esquema, con diferentes costos.

2. ELIJE EL ESQUEMA QUE MEJOR TE CONVENGA

Quién determina el esquema en que el que te debes certificar, primordialmente, es tu comprador, si aún no tienes un cliente especifico, pero ya sabes a dónde vas a enviar tu producto, la recomendación es irte por el esquema más aceptado del país destino, y por último, si no tienes ninguna de las opciones anteriores, infórmate sobre lo que pide cada esquema y elije el que más se adapte a tus necesidades. En ocasiones al tener diversos compradores, puedes tener la exigencia de varios esquemas.

3. INVOLUCRA A TODO EL PERSONAL

La parte más complicada de lograr un sistema de trabajo basado en orden y disciplina, son las personas, que se encuentran en una zona de confort que no siempre quieren dejar, y como bien dicen, todo cambio es difícil, pues este no es la excepción, el consejo en este punto es simple, no inicies sin antes hablar con todo tu personal, desde el Mayordomo o Encargado, el Asesor técnico de aplicaciones, los Aplicadores de agroquímicos, hasta los Trabajadores temporales, explícales los beneficios que trae consigo este cambio, a continuación, te describo sólo algunos de ellos:

• Las instalaciones tales como baños, comedor, área para depósito de objetos personales, son para uso y comodidad de quienes trabajan diariamente en el campo o empaque.

• El orden y la limpieza en el área de trabajo, ¿A quién le gusta trabajar en un lugar sucio?

• El equipo de protección personal para quienes están en contacto con químicos, son como su nombre lo dice para proteger tu persona, es decir para evitar una intoxicación o enfermedad a largo plazo que puede ser irreversible.

• La seguridad de que no dañaras a nadie con los productos que se cultivan o empacan.

4. ESCRIBE LO QUE HACES Y HAZ LO QUE ESCRIBES

Una parte muy importante de la implementación de un esquema es desarrollar los procedimientos de todas las actividades que se realizan día a día, ya que son estos documentos los que permiten la estandarización de nuestras actividades, es decir, sea quien sea la persona que realice la actividad, leyendo el documento la puede llevar a cabo de la misma manera que la realiza el encargado, algunos de estos procedimientos son, las aplicaciones de protección al cultivo, la fertilización, la limpieza de los baños, el control de plagas y fauna silvestre, entre otros. Estos documentos deben concordar con las actividades reales, la clave para lograrlo es, desarrollar las actividades como se llevan a cabo en la práctica, de la manera más simple y clara, en algunas ocasiones debemos hacer cambios en la forma de realizar las cosas, pero son esos cambios los que se deben desarrollar y explicar a quién realiza la actividad para evitar esas incongruencias comunes, entre lo que se escribe y lo que se hace. En resumen, estamos desarrollando recetas que cualquier persona pueda interpretar y desarrollar.

5. REGISTRA TODAS TUS ACTIVIDADES

Es necesario tener el registro de las actividades que tengan relación con la inocuidad de los productos, las principales actividades a registrar son: aplicaciones de agroquímicos, fertilizaciones, revisión de fuentes de agua, limpieza de superficies de contacto con el producto, estaciones sanitarias, entre otras. En este punto debemos tener en cuenta lo siguiente:

• Registra todas tus actividades en el momento que las realizas y con la información real.

• Los registros los debe llenar quien realiza la actividad.

• Cuando un registro sea negativo, por ejemplo, un hallazgo animal o resultados positivos de análisis, realiza las acciones correctivas, regístralas y toma las medidas necesarias para que no vuelvan a ocurrir.

6. SE HONESTO EN TUS REPORTES E INFORMACIÓN

Registrar todas las actividades que se realizan, en muchos casos genera conflicto durante el proceso, ya que se tiene la idea que deben reflejar sólo lo bueno y lo aceptable según los parámetros de un sistema, sin embargo, esta idea es errónea, ya que son los registros los que te permiten tomar decisiones de importancia, si escribimos sólo lo bueno, esas decisiones estarán basadas en información falsa y no cumplirán con el objetivo de estos. En el momento de la evaluación tiene más peso que se hayan realizado las acciones correctivas y minimizado el riesgo de contaminación, que decir que nada ocurre en tu huerta o empaque, ya que eso está muy alejado de la realidad, estamos en un entorno libre donde cualquier cosa puede ocurrir.

7. HAZ CONCIENCIA

El objetivo principal de obtener una certificación, no debe ser un papel impreso que lo diga, sino un sistema funcionando que lo avale: no tener una detención en frontera, no estar involucrado en un caso de contaminación o peor aún, ser culpable de la muerte de algún consumidor. Para evitar cualquier situación tan adversa, debes producir con conciencia, disminuyendo al máximo el riesgo de contaminación a tu producto, y teniendo en cuenta que lo que produces es alimento.

8. ADOPTA EL SISTEMA COMO UNA FORMA DE TRABAJO PERMANENTE

Una certificación se debe adoptar, es decir, no se implementa un sistema para cuando venga la evaluación, o para cuando estemos en temporada baja, debe ser una adopción cotidiana, durante la temporada alta es muy importante no olvidar los procedimientos que se tienen implementados para estas actividades, como aplicaciones, cosecha o empaque, ya que son estas actividades donde nos olvidamos del sistema y nos dedicamos sólo a sacar la producción.

9. HAZ MAS CON MENOS

Debes aprovechar todo lo que tienes, por ejemplo, adaptar instalaciones para cumplir con los requisitos, construir con materiales que se tengan en desuso (siempre y cuando sean materiales permitidos), si algo tenemos los mexicanos es la creatividad para adaptar.

10. PIDE AYUDA

Todos necesitamos de todos, existen asesores que tienen el conocimiento en la implementación de esquemas de certificación, acércate a ellos, te ahorras más pagando un servicio de asesoría, que haciendo gastos innecesarios a tus instalaciones.

Ojalá que, con estos simples consejos, te convenzas que entrar a un esquema de certificación no es tan complicado como crees, y que tiene beneficios que se pueden ver inmediatamente en tu huerta o empaque.